La Marihuana

La marihuana puede ser considerada como el común denominador de las substancias tóxicas usadas por nuestros jóvenes. Su uso se encuentra difundido en todas las capas sociales y forma parte de la mayoría de las fármacodependencias múltiples, asociada con alcohol, barbitúricos, anfetaminas, hongos, L.S.D. (ácido lisérgico) e inhalables volátiles.

Ante esta situación, que debe considerarse como un verdadero problema de salud pública, nos encontramos, sin embargo, que se han propagado una serie de conceptos no sólo equivocados sino aún tendenciosos, en el sentido de asegurar la inocuidad y aún exaltar supuestas virtudes de la marihuana. Esto, ha llevado a un estado de confusión inclusive dentro de los mismos médicos, por lo que consideramos como tarea urgente, clarificar tales conceptos mediante respuestas precisas a las preguntas más frecuentes que se hacen de la marihuana y sus efectos sobre quien hace uso de ella.

La marihuana es, por mucho, la más peligrosa de las drogas usadas por jóvenes y niños, ya que constituye el primer escalón en la caída y la puerta abierta hacia el mundo de la fármacodependencia y todo lo que esto significa en la salud pública, la organización social y la criminología.

¿QUÉ ES LA MARIHUANA?

La marihuana es la planta conocida como cáñamo de la India y cuyo nombre científico es Cannabis sativa. La sustancia responsable del poder intoxicante de la marihuana se llama tetrahidrocannabinol y su concentración más fuerte se encuentra en las flores que coronan la planta hembra. La cantidad de tetrahidrocannabinol es menor en las hojas, aunque no por eso deja de ser peligrosa. Hay muchas otras sustancias presentes en esta yerba, pero no producen los efectos psicotrópicos que causa la mencionada sustancia.

¿ES TODA LA MARIHUANA IGUALMENTE POTENTE?

No, desde luego. Hay algunos tipos de marihuana de tan alta potencia, que desde la primera fumada producen psicosis tóxicas agudas, de efectos y síntomas a la fecha muy bien estudiados y documentados. Los estudios al respecto comenzaron en 1934 y no se han interrumpido nunca.

La marihuana que se produce y consume en México, figura entre las más potentes del mundo, junto con las variedades del Asia Menor, el sudeste asiático y la propia India. El clima, las condiciones del suelo y el tiempo de la cosecha, son factores definitivos para determinar la potencia de la marihuana.

Por eso no es posible tomar en serio a quienes dicen que han comprobado personalmente, en años de uso y abuso, que la marihuana no hace ningún daño. Sin duda tales personas, de todas maneras víctimas de ciertas alteraciones del juicio, no han fumado sino marihuana de maceta, cultivada y cosechada en las condiciones precisamente más adversas a la producción de fuertes concentraciones de tetrahidrocannabinol.

¿QUÉ ES EL HASHISHS?

Es la resina café oscuro que se recoge de la inflorescencia de la Cannabis sativa hembra, que la exuda para protegerse de los efectos del sol. Cuanto más se encuentra la yerba expuesta a la acción de los rayos solares, mayor cantidad de resina exuda y más potente resulta la sustancia. La resina en cuestión, es cinco veces más potente en contenido de tetrahidrocannabinol que las hojas de la planta y, por lo tanto, más notable resulta su acción y más riesgos ofrece de producir efectos laterales.

La marihuana hembra, con sus inflorescencias productoras de locura, se llama popularmente en México cola de borrego. Cuando la inflorescencia está bien cubierta de resina, se la conoce como achicalada, un término popular de nuestro país.

¿PRODUCE DEPENDENCIA LA MARIHUANA?

En realidad, el hecho de que produzca o no dependencia tiene poca relación con su potencial de nocividad. Además, como ya dijimos, cuando la marihuana es potente, basta con una sola dosis para que se produzcan cuadros psicóticos agudos de suma gravedad y con duración variable.

En lo que hay que insistir siempre y sistemáticamente, es en que la marihuana causa alteraciones de gravedad variable en las funciones mentales superiores.

¿ES LA MARIHUANA ESTIMULANTE O SEDANTE?

Como esta droga altera el autocontrol del individuo, sus efectos varían ampliamente y puede resultar para unos un depresor y para otros un estimulante. A veces, el tetrahidrocannabinol constituye un poderoso alucinógeno con ciertas propiedades sedantes y/o euforizantes.

Ocasionalmente, un sujeto intoxicado con marihuana puede mostrarse estimulado e hiperactivo y presentar conductas agresivas. Otras veces, las más frecuentes, determina verdaderos estados de apatía y falta de impulso para la acción práctica. Esta última, es una de sus consecuencias más nefastas, ya que ha condicionado que innumerables grupos de jóvenes tornen sus actividades positivas por la indolencia.

¿ES VERDAD QUE LA MARIHUANA SÓLO TIENE EFECTOS PERNICIOSOS EN LAS PERSONAS DE CONDICIÓN PSICOLÓGICA ANORMAL?

Hay literatura especializada, que indica, existe una asociación entre el uso continuo de marihuana y el desarrollo de enfermedades psiquiátricas. Los informes hacen énfasis en que la marihuana puede ser psicotogénica (productora de un estado de locura) en los individuos con una integración biopsicológica deficiente. La hipótesis usual sostiene que la psicosis resulta de una organización de la personalidad inicialmente deficiente, la cual queda desorganizada con el uso de la marihuana. Sin embargo, hay casos en que el papel de la droga debe considerarse exclusiva en el desencadenamiento de la psicosis.

¿CUÁLES SON LOS EFECTOS FÍSICOS QUE SIGUEN INMEDIATAMENTE AL CONSUMO DE UN CIGARRILLO DE MARIHUANA?

Los ojos se inyectan, aunque ahora algunos chicos suelen suprimir ese signo con un colirio vasoconstrictor. El ritmo del corazón aumenta. Hay a menudo tos, a causa del efecto irritante del humo en las vías respiratorias. (Dicho sea de paso, el uso crónico de la marihuana suele producir enfisema pulmonar). El sujeto, después de fumar, experimenta a veces somnolencia o mucho apetito, especialmente por la ingestión de sustancias dulces.

¿CUÁLES SON LOS EFECTOS PSICOLÓGICOS DE LA MARIHUANA?

Durante el estado de intoxicación, se advierten la distorsión del oído y la visión, así como una notoria alteración en la percepción del tiempo y el espacio; el pensamiento se vuelve confuso y semejante al que funciona en sueños. También, es frecuente que el sujeto imagine que piensa mejor bajo los efectos de la marihuana que en su estado normal pero, por lo común, el desempeño general de este individuo sufre evidente menoscabo. Puede también experimentar sospechas infundadas, acompañadas de ansiedad y accesos incontrolables de risa o llanto. Igualmente, puede padecer ilusiones (mala interpretación de las sensaciones), alucinaciones (percepción de ciertas sensaciones inexistentes) y delusiones (falsas creencias). La sensación más frecuente es de euforia pasiva.

Con el uso prolongado del fármaco, el individuo pierde sus motivaciones para relacionarse y su agudeza mental; se muestra apático, tiene fallas de memoria, descuida su aseo personal y baja sensiblemente su rendimiento escolar o laboral.

¿CUÁNTO DURAN LOS EFECTOS DE LA MARIHUANA?

Depende de la dosis y el tipo de la marihuana consumida. Unas cuantas inhalaciones de marihuana potente pueden causar efectos con duración de varias horas a varios días. Cuando se consume una gran dosis de marihuana por vía digestiva los efectos tardan más en presentarse, pero duran más.

¿ASÍ QUE LA MARIHUANA PUEDE COMERSE?

Aunque lo más usual es fumarla en pipa o cigarrillos liados a mano, que en México se llaman pitos, la marihuana puede añadirse a diversos alimentos y bebidas. Esta es práctica usual en Oriente.

¿QUÉ PROBLEMAS EMOCIONALES SE EXPERIMENTAN CON EL USO DE LA MARIHUANA?

Se han advertido reacciones de ansiedad y estados de pánico. El usuario, está muy expuesto a los accidentes a causa de que se le distorsiona la percepción del tiempo y el espacio y sufre alteraciones en la función mental superior del juicio. Este sujeto, se muestra muy suspicaz con respecto a quienes lo rodean y suele llevarlo a agredir antes de que, según lo imagina, se produzca la agresión que teme. Lógico es suponer, que un individuo en tales condiciones puede verse fácilmente envuelto en muchas complicaciones, tanto emocionales como derivadas de las circunstancias exteriores que concurren en ese momento a su alrededor.

¿AFECTA LA MARIHUANA AL DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD DEL JOVEN?

El usuario crónico de este fármaco, ingresa en un mundo aparte que ya no es el que conoció antes de la marihuana: se aísla del ambiente que le fue habitual y contrae las actividades y hábitos negativos de la subcultura a la que se agrega; evita las presiones y tensiones normales de la vida y pierde así las oportunidades de alcanzar, por inmadurez, todo su potencial físico y humano. Además, la personalidad en desarrollo del adolescente es particularmente sensible a los efectos de las sustancias psicotrópicas en general.

¿ESTIMULA LA MARIHUANA LA ACTIVIDAD SEXUAL?

No se sabe que la yerba tenga ninguna propiedad afrodisíaca y aún cabe suponer que tienda precisamente a ejercer los efectos contrarios.

¿POR QUÉ TANTO ADOLESCENTE CAE EN EL USO Y ABUSO DE LA MARIHUANA?

El cuadro de motivos para tal comportamiento es sumamente complejo. Pero se pueden señalar algunos rasgos motivacionales generales que podrían ser también válidos con respecto a los otros psicofármacos. Aparte de las presiones sociales que ya mencionamos y que erosionan el núcleo familiar, hay ciertos rasgos de la personalidad del adolescente que son característicos de la subcultura de la marihuana y que suelen actuar en forma interdependiente y hasta simbiótica.

Muchos adolescentes llegan a la marihuana por curiosidad, por el deseo de sentirse “in”, y a causa de un afán, casi imperativo de afiliación que se satisface con su admisión en el círculo de los que “queman” o “atizan”, siempre y cuando también consuma la yerba. El adolescente actual, por otra parte, observa una conducta que no era común en jóvenes de otras épocas: desea sumergirse en el anonimato en vez de sentir el impulso de sobresalir y distinguirse. A todo esto cabe agregar que los cambios físicos y psicológicos de la adolescencia, casi todos originadores de angustias y ansiedad, sentimientos de los que el chico quiere evadirse, son rasgos que contribuyen a aumentar el número de usuarios de este fármaco, relativamente fácil de conseguir en México, donde se produce y trafica todavía en abundancia, aunque las autoridades competentes no des-mayan en la dura tarea de combatirlos.

Por otra parte, una tenaz e insidiosa propaganda que incluye revistas para la “chaviza”, los festivales de rock y los correspondientes promotores y panegiristas de estos encuentros multitudinarios, se encarga de allanar cualquier eventual resistencia del chico hacia el fármaco y de llevarlo al uso y abuso de la yerba. Esa maquinaria propagandística de escala gigantesca —cuyo costo pueden cubrir fácilmente quienes obtienen del tráfico de la marihuana fabulosas ganancias— compra agentes en el cine, la radio, la prensa y la televisión, obtiene inclusive —por monstruoso que parezca— testimonios “médicos", edita discos, promueve la pornografía —elemento enajenador que abate el nivel del juicio—, impone formas de vestir, hablar y actuar y fabrica falsos ídolos que sustituyen, ante los ojos del joven, a los modelos sanos y positivos que debía seguir.

¿HAY ALGUNA RELACIÓN ENTRE LA CONDUCTA VIOLENTA O CRIMINAL Y EL CONSUMO DE MARIHUANA?

Ya hemos explicado antes algunos de los poderosos efectos mentales, físicos y psicológicos que produce la marihuana, a veces desde la primera dosis. Por lo demás, cualquier droga que afecta el autocontrol favorece la conducta parasocial, antisocial, o delictiva. Aunque bajo los efectos de la marihuana el sujeto tiende a ser pasivo, no pocos crímenes se cometen bajo la influencia de este fármaco.

En la investigación de la matanza de My Lai, Vietnam del Sur, por ejemplo, han salido a relucir ciertos hechos que asocian la marihuana con esos crímenes.

Finalmente, debe repetirse que la marihuana altera la facultad superior del juicio. Una vez abatidos los obstáculos que tal autocensura impone al individuo, éste pierde las nociones de lo que normalmente no debe hacerse en consideración al bienestar general del individuo y su comunidad.

¿ES LA MARIHUANA MENOS PERJUDICIAL QUE EL ALCOHOL?

Los defensores de la marihuana enarbolan con mucha frecuencia una falaz comparación entre los efectos y consecuencias de ambas drogas y difunden la idea de que la marihuana hace menos daño que el alcohol. Sin pretender ni en lo mínimo hacer la apología del alcoholismo, debemos dejar asentado que el alcohol no afecta directamente al cerebro sino al hígado. Definitivamente, la marihuana no es menos peligrosa que el alcohol. Lo es en forma diferente. Ni el alcohólico ni el consumidor de marihuana, son personas a las que se pueda envidiar. Su vida se ha inclinado hacia la frustración y la desgracia.

¿TIENE LA MARIHUANA ALGUN USO MÉDICO?

No. Se le supusieron algunas aplicaciones terapéuticas en la antigüedad, hasta la de curar tétanos. Pero la investigación y la práctica médica modernas han demostrado que no posee ningún uso de los que le atribuyó el empirismo de otros tiempos. Los derivados de la Cannabis sativa no son más que psicotrópicos peligrosos para la salud del individuo y la sociedad.

¿TIENE ALGO LA MARIHUANA QUE INDUZCA AL USO DE OTRAS DROGAS?

¡Sí, cómo no! Tiene la propiedad de alterar el juicio y acabar con el autocontrol del individuo. Ante tal verdad, huelgan las elaboradas teorías en contra y salen sobrando las sutilezas de quienes —intencionalmente o por ignorancia— minimizan la peligrosidad de este psicotrópico.

¿CUÁLES SON LAS CONCLUSIONES DE TODO LO ANTERIOR?

Contra todo lo dicho por la propaganda, LA MARIHUANA SI HACE DAÑO. Daña porque destruye las capacidades mentales más finas del individuo: su juicio, su autocrítica y su proyección al futuro, y porque afecta la capacidad de quien las usa, para darse cuenta del deterioro mental que está sufriendo; le abre las puertas al uso de otras drogas, y lo lleva a conductas autodestructivas, antisociales y delictivas.

La necesidad de conocer y aceptar la existencia del problema como lo que es: una verdadera epidemia que necesita la colaboración de todos para su eficaz resolución mediante la adopción de medidas educativas, médicas y jurídicas que, para que obtengan los mejores resultados, deben ser puestas en práctica en forma simultánea y coordinada.

¿QUÉ HACER CUANDO SE SABE DE ALGUIEN QUE USA MARIHUANA?

En primer lugar, no asumir actitudes dramáticas de repudio o culpabilidad y tratar de averiguar a qué obedece su conducta. Lo más pertinente en este caso, es acudir al médico-psiquiatra, quien es el único capacitado para tratar y ayudar eficazmente al fármacodependiente con un tratamiento adecuado al problema.

En nuestro país, afortunadamente, contamos con varias instituciones que atienden estos problemas en forma gratuita o con cuotas de recuperación sumamente módicas.

Ernesto Lammoglia & Helio Reyes

Cuadernillo de prevención social . Secretaría de Gobernación Dirección General de Servicios Coordinados de Prevención y Readaptación Social, México.